Acompaño procesos de transformación personal a través del reiki, reenergetización, tarot, astrología y distintas herramientas que expanden la percepción y devuelven la conexión con uno mismo.
Mi propósito es simple y profundo: que cada persona recuerde quién es, que se acepte entera, que viva con más liviandad, alegría y autenticidad.

Nací en un hogar muy racional en Buenos Aires (Argentina), con padres sensibles pero desconectados de su mundo emocional. Crecí dándole más lugar a la mente que al corazón, hasta que un día la vida me llevó a romper esa estructura.
Después de una relación larga en la que me fui apagando, todo lo que venía conteniendo estalló. Fue ahí cuando empecé a buscarme de verdad. Exploré terapias, energías, procesos de sanación. Empecé a sacarme pieles, a soltar identidades que ya no me representaban. Y cuando logré volver a escuchar a mi corazón, supe que no quería volver a vivir sin hacerlo.

Dejé atrás mi vida como contadora, esa que soñaba con trabajar en una empresa,  y abracé mi verdadero camino: el de la energía, el alma, la psiquis y el arte. Me apasionan los encuentros reales, las conversaciones profundas, mirar lo invisible.
Amo acompañar a las personas a comprender qué hay detrás de lo que duele, a descubrir el propósito oculto en sus experiencias, a transformar lo que pesa en algo que libera.

De mucho de mis vínculos aprendí a callar para sostener la armonía. Hasta que conocí un amor distinto, con quien aprendí que comunicar también es amar. Juntos atravesamos pérdidas y duelos, como un embarazo que no llegó a término. Esos momentos me rompieron y a la vez me reconstruyeron más real, más humana, más consciente. Aprendí que el dolor también puede ser un portal.

Hoy sigo aprendiendo a priorizarme, a no callar mi verdad, a vivir con coherencia entre lo que enseño y lo que practico. Sigo eligiendo mirar hacia adentro, una y otra vez, buscando encontrar cada una versión más real mía. Elegimos como familia, venir a vivir a Australia, donde nació el ser que me cambió la vida: mi Nicanor.

En mis sesiones, creo un espacio cálido y seguro. Escucho con presencia y respeto, acompañando desde un lugar amoroso, claro y humano.

Me defino como una compañera de camino: traduzco lo energético a lo cotidiano y busco que lo complejo se vuelva simple y comprensible. Trabajo desde la autenticidad, la coherencia y la humildad. Honro tanto la luz como la sombra, porque ambas son parte de la transformación.

Te invito a que te conectes con tu corazón, a que vivas desde tu centro, a que priorices tu bienestar y tu propósito. A que recuerdes que todo lo que te pasa tiene sentido, incluso lo que duele.

Podés encontrarme a través del link en mi perfil de Instagram o escribirme por WhatsApp. Y si algo de mi historia te resuena, quizás sea porque ya empezaste tu propio viaje hacia la conciencia, y también a sumar millas en tu alma.